Continentes. América del Norte.

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El banjo o banyo[1] es un instrumento musical de cuatro, cinco, seis (banjo guitarra) o diez cuerdas constituido por un aro o anillo de madera circular de unos 35 cm de diámetro, cubierto por un "parche" de plástico o piel a modo de tapa de guitarra. El parche y el anillo de madera se ensamblan con tornillos metálicos (y el resonador de madera que se añade posteriormente también). La mezcla de materiales que conforman el banjo consigue uno de los instrumentos musicales con un sonido más característico e inconfundible que existen.

Este instrumento procede de África occidental y fue introducido en el siglo XIX en Estados Unidos, donde los músicos negros explotaron sobre todo sus posibilidades rítmicas. Hacia 1890 entra a formar parte de la música dixieland y pronto se convierte en el instrumento musical por excelencia de la música tradicional norteamericana.

En sus orígenes es abierto por la parte trasera (banjo openback), añadiéndose en el siglo XX un resonador de madera a modo de cierre. Se conforma así el banjo bluegrass, con mayor resonancia y volumen que su hermano mayor. Hasta el día de hoy, ambos tipos de banjo siguen conviviendo y son empleados dependiendo del estilo musical.

Los banjos (openback y bluegrass) se desarrollan asimismo durante el siglo XX en infinidad de instrumentos variando la longitud del mástil y el número de cuerdas y combinándose con otros instrumentos tradicionales. Surgen así los banjos Plectum (de 4 cuerdas), los tenores y tenores irlandeses (con mástil corto y 4 cuerdas), los banjoleles (banjo-ukeleles), las guitarras-banjos (banjo con mástil de guitarra), los mando-banjos (fusión de banjo con la mandolina).... La familia del banjo es por tanto, muy numerosa.

Este instrumento da un sonido muy característico a las bandas de country y jazz en sus distintas modalidades, y la velocidad de pulsación de sus cuerdas varía de unos estilos a otros, por ejemplo, en el bluegrass el ritmo es tan rápido que causa admiración.